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Por Qué Se Conoce A La Caléndula Como Maravilla

POR QUÉ SE CONOCE A LA CALÉNDULA COMO MARAVILLA

 Caléndula

Su nombre científico es Calendula officinalis y es de la familia de las compuestas.

 

Hay dos variedades de esta planta: la una es salvaje y la otra cultivada, pero las dos tienen las mismas virtudes terapéuticas.

 

La caléndula está compuesta de calendulina, un aceite esencial rico en carotenoides, saponina, carotina, ácido salicílico y principios amargos.

 

Se utilizan las flores que se recogen cuando están abiertas del todo y sin humedad.

 

Se la confundió durante siglos con el diente de león y era muy reconocida en la edad media, los médicos la recomendaban para el intestino e hígado, picaduras de serpientes e insectos.

 

En el siglo XI, se recomendaba para enfermedades de los ojos.

 

La caléndula es antiinflamatoria, antiespasmódica, depurativa, antiséptica y regulariza el ciclo menstrual.

 

Se ha demostrado científicamente su efecto terapéutico sobre el hígado y vesícula biliar.

 

Soluciona las deficiencias hepáticas y es colerética.

 

Posee cualidades terapéuticas sobre el sistema reproductor femenino: provoca el menstruo retrasado, regulariza el ciclo, reduce las reglas demasiado abundantes y los efectos colaterales de la menstruación como ansiedad, dolores abdominales, depresión, insomnio, etc.

 

Útil para dismenorrea o amenorrea.

 

Se recomienda la cura con caléndula una semana antes de la regla.

 

Actualmente se le han atribuido efectos anticancerígenos, aplicada sobre todo en pomada sobre los tumores en la piel.

 

La caléndula es vulneraria, cicatrizante, antiinflamatoria, antiséptica y emoliente, así pues, se puede utilizar sobre llagas, eccemas, heridas, contusiones, callos, verrugas, impétigo, úlceras, inflamaciones cutáneas, como colirio en casos de conjuntivitis.

 

Internamente cicatriza las úlceras de estómago y duodeno, gastritis y gastroenteritis.

 

Si se asocia con la ortiga, su uso terapéutico parece más efectivo.

 

Belleza del cutis

 

-Infusión: 1 cucharada de flores por cada taza, 3 a 4 tazas al día.

 

-Infusión para uso externo: doble dosis que la anterior, como loción facial y colirio. Lavar herida y lavados vaginales.

 

-Aceite: llenar un tarro de cristal con flores secas y llenarlo de germen de maíz o sésamo y macerar durante 40 días.

 

Saludos,

 

Alfredo

 

Fuente: El botiquín de las hadas (Clara Castellotti)


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